jueves, 15 de diciembre de 2011

El sueño de la UNESCO en la realidad chilena

Promover una verdadera cultura de paz y aprender a vivir juntos en diversidad sería uno de los fines de la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la UNESCO, pero ¿cuál es la realidad chilena?.

Por Magdalena Palma


La diversidad cultural es materia que importa a diferentes actores del mundo. Tanto así que la UNESCO creó en 2005 la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, la que entró en vigencia en 2007. Es un instrumento internacional normativo para “reforzar cinco eslabones inseparables de una misma cadena: Creación, Producción, Distribución, Difusión y Acceso y disfrute de las expresiones culturales, transmitidas por las actividades, bienes y servicios culturales.” La Convención pretende también “promover una verdadera cultura de paz y aprender a vivir juntos en diversidad en los ejes de la diferencia de género, la importancia de los pueblos originarios y el concepto de que la cultura no es transable como mercancía”, según señala el documento de la mesa de diálogo n. 3.

Pero el sueño de UNESCO  se enfrenta en Chile a tres gigantes: la cultura tomada en cuenta como mercadería, que se ve en la industria de los libros, cine, televisión y programas de  radios ; la falta de identidad chilena, esa que querríamos defender y que no sea arrasada por el libre mercado ni la globalización ; y la discriminación hacia los pueblos originarios.

Libre mercado

Chile es un país que se rige por el libre mercado, y ha sido considerado por entendidos como ¡el país más liberal del mundo!. Hemos dejado que la cultura estadounidense invada sobre todo el cine, televisión, revistas y radios en desmedro de nuestras propias expresiones culturales.

La Convención convive con el tratado internacional obligatorio de la Organización  Mundial del Comercio (OMC) y a pesar que ambos tratados tratan de convivir en paz, en el mundo existe una supremacía de la OMC, cuando lo ideal sería que existiera un equilibrio.

Para Paulo Slachevsky, director de Lom Ediciones, “ el desarrollo, la justicia y la construcción de un mundo en paz requieren un trato equilibrado”. Dice que los diferentes intereses y características deben buscar cierta armonía. Cuando ese  equilibrio se rompe y se sitúa, en este caso,  la OMC por sobre todos los otros organismos y convenios internacionales (que nacieron por la lucha por los derechos humanos y sociales),  la civilización entra en peligro.

Para Slachevsky la globalización y sus lógicas de mercado llevaron tanto al dominio de un tipo de producción cultural como a la exclusión de lo diferente. Pone como ejemplo el cine Hollywoodense que acapara el 98,6% de lo que se exhibe comercialmente  en Chile, versus el  1% dedicado a lo diferente.

Concluye que el valor de mercado en la cultura no da espacio para la libertad, ni diversidad, ni pluralidad, ni democracia.

Por otro lado, cuando en Chile se hacen negociaciones comerciales, la cultura toma la forma de una mercancía o servicio, salvo con Canadá y Estados Unidos que existen ciertas excepciones que nunca se han utilizado.

La UNESCO pide que permitamos “que el Estado establezca reglas en contra del libre mercado en nombre de la protección de las culturas”, pero eso parece imposible en un país como el nuestro. Tenemos un gobierno de derecha liberal cuya base económica es abrir las fronteras comerciales y botar las barreras. Y en este minuto las prioridades del gobierno no están en entregar subvenciones  a la cinematografía nacional, ni tampoco entrometerse en la programación radial. Hubo un intento de exigir una cuota de música nacional en las radios y fracasó. En este país prima el rating por sobre cualquier expresión cultural. En el mundo del libre comercio, en un gobierno con pocas reglas,  ¿cómo protegemos a las culturas?.

Diversidad cultural


Diversidad cultural se refiere a la multiculturalidad que existe. “La civilización es un mosaico de culturas diferentes” como dijo Pérez Cuellar. Para  el poeta mapuche Elicura Chihuailaf , “ lo cultural tiene que ver con lo propio, lo apropiado, lo enajenado, pero sobre todo con el conocimiento de lo propio. La diversidad tiene que ver con que habitamos un planeta, madre tierra, con múltiples flores, todas con la misma validez y todas únicas como cada ser humano. La diversidad cultural exige la tarea de conocer, reflexionar respecto a lo que a uno le ha tocado, hay que conocerse para amar, para poder disfrutar la realidad con alguien diverso que tiene otra cultura y otra manera de ver esta realidad y estos sueños. La riqueza de la  diversidad cultural es que  amplía el mundo, nos hace incluso vivir más,  nos ampliamos  las posibilidades de entendimiento y reflexión”.

La diversidad cultural es fuente de desarrollo económico y social. Eso también es parte de su riqueza.

Slachevsky, expuso que “la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos”

En el texto de la mesa de diálogo Elisa  Loncón, académica experta en educación intercultural USACH ,  agrega que “La cultura desde el punto de vista de los pueblos originarios,  tiene que ver con la memoria, con la identidad, con la lengua, con los elementos de la naturaleza (…. )  para los pueblos indígenas cultura tiene que ver con derechos colectivos además de individuales y  se constituye desde la memoria y en la interacción con los otros. Un pueblo no subsiste si no puede de alguna manera acrecentar su cultura, y eso es a través del contacto. Si un pueblo ha logrado mantenerse hasta el momento no es por un purismo cultural, sino por la posibilidad estratégica de que los pueblos se desarrollen para poder adecuarse a las exigencias del mundo actual”. Y agregó que la cultura tiene base en el territorio y que tiene lengua e identidad y que  “son casi inseparables el territorio, la lengua, la cultura e identidad. La diversidad biológica de los territorios  se mantiene donde hay presencia de diversidad cultural”.

Pero, ¿qué pasa cuando un pueblo se sobrepone a otro con su cultura como sucede con Estados Unidos en la globalización? Sucede la  homogenización y destrucción de las culturas individuales.

Para Gustavo Cárdenas, miembro del directorio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), con la globalización existe una “ tensión entre las culturas más débiles frente a las más dominantes”, siendo que para la UNESCO “ todas las culturas tienen la misma dignidad y merecen el mismo respeto”.

Para la diputada Ximena Vidal  de la comisión de cultura en Chile hay una carencia de diversidad cultural refiriéndose a la falta de cuidado, protección, consideración y de acción política para hacerse cargo de ella.


Identidad

Felipe Sandoval, abogado que negoció en acuerdos de tratados de libre comercio de Chile, expuso en el texto que en el 98% del comercio de Chile “no hay distinción alguna entre los productos con contenido cultural o no” y agrega que con el producto (lo comercial) “también llega la identidad( lo cultural) de Chile”, asegurando que eso es un beneficio. ¿Pero cuál es la  identidad chilena?.

Conocerse parece ser clave para la identidad cultural. Respecto a la identidad de los chilenos, Elicura dice que tienen identidad sin embargo dejan de lado su “más hermosa identidad, la morenidad ”. Dice que los chilenos están disociados ya que sólo  piensan en la rubiedad y que olvidan que son parte  sobretodo de la morenidad, refiriéndose a las raíces indígenas. “Es hermosa  la rubiedad tanto como hermosa la morenidad (…)  los chilenos tienen la tarea pendiente de  asumir su morenidad, tal como Gabriela Mistral, Víctor Jara y otros grandes”. Desde el Centenario se dijo que “Chile es un país de blancos (…) y la presencia indígena en el sur es perceptible sólo al ojo del experto”.

Para Elicura otro factor de identidad es que los chilenos deben asumir su  idioma, que es un castellano chileno, que, como toda lengua, es ecléctica. Esa lengua es excluida de las aulas universitarias, pero por ejemplo en Argentina asumieron el “tenés”.

El poeta dice que para todo el mundo es válido el árbol de la identidad conformado por territorio histórico , historia, la visión del mundo que determina la forma de ser y el idioma. Tal como citó Elisa Loncón , Chihuailaf ,  incluye la memoria , en la circularidad en la concepción del mundo  la  cultura mapuche , donde los tiempos pasado, presente y futuro coexisten, “eres  pasado y futuro y por eso eres presente. Por esos tres tiempos somos, por eso no podamos olvidarnos del pasado, sería como olvidar el futuro”. Para Elicura todas las personas del mundo tenemos las mismas preocupaciones, “se conmueven, se emocionan con las  mismas cosas, ¿de adónde venimos, adónde vamos?, y tienen diálogo con la naturaleza”.

En Chile la justicia, economía y oportunidades para el blanco son  distintas que para el moreno por eso cuesta asumir la identidad de raíces aborígenes.

Según el Estado, el pueblo mapuche lo conformarían  unos 600.000 habitantes pero se especula que serían más de un millón.


Pueblos originarios

Loncón dice en el texto  que “la especificidad del pueblo indígena es justamente su lengua, su cultura, su arte” y agrega que en Latinoamérica “hoy estas lenguas y culturas están en riesgo de desaparecer”, a lo que agrega situaciones de “racismo, clasismo, discriminación, invisibilidad e insensibilidad”.

Los pueblos indígenas buscan , en palabras de Loncón,  “una nueva relación de participación  y reconocimiento político y que esta relación sea de respeto, de valoración de los valores que entrega la otra cultura”.

Ella propone la interculturalidad como parte de la educación de los chilenos, que es la manera de “desarrollar la sensibilidad frente a la diferencia y desarrollar también la capacidad de aprecio por lo que le pueden aportar los pueblos indígenas en términos de reconocer el valor que le entrega la propia diversidad cultural a la Nación”.
La interculturalidad nos llevaría entonces a conocer, entender, respetar  y reconciliarnos con la historia de los pueblos indígenas. Nos podría llevar a la cultura de  paz y convivencia que promueve la UNESCO.

Recordemos que Chile es un país con una sola lengua oficial, la castellana, siendo que existen varios grupos de indígenas en el territorio nacional. Por destacar a los principales, Mapuche, Aymara, Rapa Nui, Atacameños.  

Pero para Elicura Chihuailaf en Chile no vivimos en paz y no hay justicia con el pueblo mapuche, aunque dice se hace urgente llegar a la paz.  Para él, no se llegará a la paz mientras no se reconozca que hubo una legalidad que fue instalada sobre una legitimidad del pueblo mapuche  y mientras la sociedad chilena no  reconozca su morenidad. “ Hay que asumirse  con todo lo que le ha tocado y respetarse a uno mismo”. Subraya que no hay una cultura idílica, que como el universo toso es positivo y negativo. Y que cuando los chilenos se asuman,  podrán por fin hablar de igual a igual con los mapuches y llegar a la paz.


Debe existir una acción de la sociedad civil e instituciones públicas para que la riqueza de las expresiones culturales aborígenes no sean marginadas.

El poeta Elicura Chihuailaf se siente afortunado ya que sus trabajos han sido producidos, distribuidos y difundidos. Ha publicado más de 10 mil ejemplares vendidos de su libro “Recado Confidencial a los Chilenos”, es invitado a programas de televisión y  charlas en Chile y extranjero. Sin embargo ha visto en el extranjero publicaciones indígenas con tiraje reducido y prácticamente nula difusión. En Chile hay dificultad de publicación, difusión, distribución y para el poeta hay una nueva reducción ya que se habla de la literatura indígena que no está con la literatura nacional. Se reduce a una etnocultura y no a una etnoliteratura. La literatura  mapuche sale en pequeños ejemplares que no pasan de la primera edición, sin embargo se distribuye bien, en las librerías nacionales.


Propuestas para establecer los principios de la Convención de UNESCO

Una de las respuestas para establecer los principios es equilibrar los intereses económicos con los otros intereses ya que hasta ahora en el mundo hemos dejado que la economía lidere todo. Aunque como expuse es muy difícil en una economía de libre mercado.

En Chile se están haciendo algunas cosas. Según Cárdenas, “los tres grandes ejes que articulan la ley del CNCA son el fomento de las Artes; la preservación del patrimonio cultural de la Nación; la participación y acceso de la ciudadanía en el disfrute de los bienes culturales”. Cárdenas aseguró que las políticas públicas están hoy recogiendo en gran medida los principios y recomendaciones de la Convención.

Se necesitan que las coaliciones para la diversidad cultural sean activas.

Es necesario fortalecer una  identidad chilena para que se generen  esfuerzos en mantener esa cultura. Asumir la morenidad y el idioma chileno sería básico para generar una identidad.

Slachevsky propone entre otras cosas: “respetar los compromisos suscritos en la Convención en el marco de las negociaciones internacionales de libre comercio; resguardar la capacidad reguladora del Estado en materia cultural; ampliar el abanico de políticas culturales con medidas que no se limiten a subsidios y fondos concursables; recuperar la valoración social de las expresiones culturales locales en nuestras sociedades y trabajar para construir un marco sustentable para las industrias culturales y las artes creativas de cada país, que colaboren en particular, a reconstruir un tejido cultural en y entre los países de América Latina y el mundo.”

Necesitamos acrecentar el respeto y valoración de la diversidad cultural en nuestro país.  A pesar que no es prioridad del gobierno de Chile. Si bien se está haciendo un cambio en la educación, no hay prioridad en rescatar culturas. Así murieron los Selknam. Así murieron los Diaguitas. No dejemos que sigan muriendo las raíces que nos lleven a encontrar  nuestra ansiada identidad.



UNIVERSIDAD UNIACC - PERIODISMO PET - PERIODISMO DE ARTES Y ESPECTÁCULOS - VALERIA SOLÍS